Médico Especialista en Gastroenterología . Calle López Cotilla 1713, Colonia Americana, Guadalajara, Jalisco
Dr. Ramón Villarreal Flores / Gastroenterólogo de Guadalajara
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Dr. Ramón Villarreal Flores
Cirujano General y Gastroenterólogo
CIRUGÍA DE HERNIA INGUINAL POR LAPAROSCOPÍA
Las hernias inguinales aparecen debido a un debilitamiento de la pared abdominal. Al realizar el paciente algún esfuerzo físico se produce una protrusión del peritoneo abdominal (saco herniario) hacia el canal inguinal que se percibe como un bulto. La hernia puede causar malestar, dolor severo, nauseas, vómitos y otros problemas potencialmente graves que podrían requerir una cirugía urgente. Tanto hombres como mujeres pueden desarrollar una hernia aunque la incidencia es mayor en el sexo masculino. Usted puede nacer con una hernia (congénita) o desarrollar una con el paso del tiempo (adquirida). Una hernia no mejora con el tiempo, ni desaparece por si sola. No hay tratamientos, ejercicios o una terapia física que puedan hacerla desaparecer. Las áreas comunes donde las hernias se producen son en la ingle (inguinal), ombligo (umbilical) y en el lugar de una operación anterior, donde la cicatriz (eventración o hernia incisional). Habitualmente es fácil reconocer una hernia. Usted puede notar un bulto debajo de la piel. Puede sentir dolor o malestar al levantar objetos pesados, al toser o al hacer esfuerzos para ir al baño u orinar. También puede notarla al estar mucho tiempo de pie. A veces una hernia asintomática puede ser detectada por el médico durante una exploración física de rutina. El dolor puede ser agudo y repentino, o una molestia que empeora hacia el final del día. En el primer caso conviene consultar con urgencia a su cirujano por si ha sufrido una estrangulación. Un dolor severo, continuo con enrojecimiento y sensibilidad de la piel local son señales de que la hernia puede estar estrangulada. Es frecuente experimentar también nauseas y vómitos. Otro signo de posible estrangulación es la incapacidad para hacer desaparecer la hernia cuando solía aparecer y desaparecer de forma espontanea. Estos síntomas son motivo de preocupación y debe contactar con un médico de forma urgente. Ventajas de la operación por laparoscopía Una de las principales preocupaciones de los pacientes es el dolor postoperatorio y el tiempo de recuperación para reanudar las actividades habituales. La vía laparoscópica aporta ventajas respecto a la vía abierta en este sentido. Las principales ventajas son: Menos dolor postoperatorio inmediato Recuperación más rápida Reincorporación laboral en 48-72h Vuelta a la actividad física en 2 semanas Incidencia de dolor crónico más baja Menor incidencia de infección de la herida y la malla Ingreso menor de 24 h en la mayoría de pacientes ¿Es usted candidato para la cirugía de hernia inguinal laparoscópica? Solo en la consulta su cirujano puede determinar si la vía laparoscópica es adecuada para usted. Según publicaciones médicas recientes, la técnica laparoscópica es la mejor opción en hernias inguinales bilaterales (izquierda y derecha) y recidivadas tras cirugía abierta. Es también muy buena opción para profesionales autónomos y deportistas. La cirugía laparoscópica se lleva a cabo bajo anestesia general, por lo que el paciente también tiene que ser un buen candidato para este tipo de anestesia. En caso de cirugías pélvicas previas, el cirujano debe valorar si es buen candidato para ser sometido a una reparación laparoscópica. ¿Qué ocurre si la operación no puede realizarse o completarse por vía laparoscópica? La decisión de la vía de abordaje se decide en cada caso en particular. En algunos casos la cirugía laparoscópica no es considerada por antecedentes del paciente cómo: múltiples cirugías abdominales o imposibilidad de realizar anestesia general. En otros, aún comenzando la cirugía por vía laparoscópica, no es posible finalizarla por cuestiones técnicas (adherencias, imposibilidad de acceder a la región inguinal) o por que el cirujano no considera la cirugía segura y decide convertir a una reparación convencional (clásica). En menos de 5% de los casos, y el objetivo de la cirugía se logra por la vía más adecuada, en cada caso particular.
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CIRUGÍA DE HERNIA INGUINAL POR LAPAROSCOPÍA
Las hernias inguinales aparecen debido a un debilitamiento de la pared abdominal. Al realizar el paciente algún esfuerzo físico se produce una protrusión del peritoneo abdominal (saco herniario) hacia el canal inguinal que se percibe como un bulto. La hernia puede causar malestar, dolor severo, nauseas, vómitos y otros problemas potencialmente graves que podrían requerir una cirugía urgente. Tanto hombres como mujeres pueden desarrollar una hernia aunque la incidencia es mayor en el sexo masculino. Usted puede nacer con una hernia (congénita) o desarrollar una con el paso del tiempo (adquirida). Una hernia no mejora con el tiempo, ni desaparece por si sola. No hay tratamientos, ejercicios o una terapia física que puedan hacerla desaparecer. Las áreas comunes donde las hernias se producen son en la ingle (inguinal), ombligo (umbilical) y en el lugar de una operación anterior, donde la cicatriz (eventración o hernia incisional). Habitualmente es fácil reconocer una hernia. Usted puede notar un bulto debajo de la piel. Puede sentir dolor o malestar al levantar objetos pesados, al toser o al hacer esfuerzos para ir al baño u orinar. También puede notarla al estar mucho tiempo de pie. A veces una hernia asintomática puede ser detectada por el médico durante una exploración física de rutina. El dolor puede ser agudo y repentino, o una molestia que empeora hacia el final del día. En el primer caso conviene consultar con urgencia a su cirujano por si ha sufrido una estrangulación. Un dolor severo, continuo con enrojecimiento y sensibilidad de la piel local son señales de que la hernia puede estar estrangulada. Es frecuente experimentar también nauseas y vómitos. Otro signo de posible estrangulación es la incapacidad para hacer desaparecer la hernia cuando solía aparecer y desaparecer de forma espontanea. Estos síntomas son motivo de preocupación y debe contactar con un médico de forma urgente. Ventajas de la operación por laparoscopía Una de las principales preocupaciones de los pacientes es el dolor postoperatorio y el tiempo de recuperación para reanudar las actividades habituales. La vía laparoscópica aporta ventajas respecto a la vía abierta en este sentido. Las principales ventajas son: Menos dolor postoperatorio inmediato Recuperación más rápida Reincorporación laboral en 48-72h Vuelta a la actividad física en 2 semanas Incidencia de dolor crónico más baja Menor incidencia de infección de la herida y la malla Ingreso menor de 24 h en la mayoría de pacientes ¿Es usted candidato para la cirugía de hernia inguinal laparoscópica? Solo en la consulta su cirujano puede determinar si la vía laparoscópica es adecuada para usted. Según publicaciones médicas recientes, la técnica laparoscópica es la mejor opción en hernias inguinales bilaterales (izquierda y derecha) y recidivadas tras cirugía abierta. Es también muy buena opción para profesionales autónomos y deportistas. La cirugía laparoscópica se lleva a cabo bajo anestesia general, por lo que el paciente también tiene que ser un buen candidato para este tipo de anestesia. En caso de cirugías pélvicas previas, el cirujano debe valorar si es buen candidato para ser sometido a una reparación laparoscópica. ¿Qué ocurre si la operación no puede realizarse o completarse por vía laparoscópica? La decisión de la vía de abordaje se decide en cada caso en particular. En algunos casos la cirugía laparoscópica no es considerada por antecedentes del paciente cómo: múltiples cirugías abdominales o imposibilidad de realizar anestesia general. En otros, aún comenzando la cirugía por vía laparoscópica, no es posible finalizarla por cuestiones técnicas (adherencias, imposibilidad de acceder a la región inguinal) o por que el cirujano no considera la cirugía segura y decide convertir a una reparación convencional (clásica). En menos de 5% de los casos, y el objetivo de la cirugía se logra por la vía más adecuada, en cada caso particular.